La isla de Terceira fue, en el siglo XV, la tercera en descubrir en el archipiélago de las Azores. También lo ha sido en mi viaje por estas latitudes. La llaman “isla lila” por sus hortensias, aunque podría llevarse un merecidísimo “verde” también. Aquí pasé unas ajustadas 45 horas después de 5 días en Sao Miguel, por lo que dejé seducirme por uno de tantos tours de día completo y otra media jornada más tranquila.
Praia Victoria y Lajes, entrada a la isla.
Al contrario que en el resto de las islas, ni el aeropuerto ni el puerto se encuentran al lado de la capital de la isla. Los encontrarás en el norte, en Lajes y Praia Victoria respectivamente. Llegué en ferry tras una travesía de 4 horas desde Ponta Delgada. Aquí no podía usar el programa de vuelos gratis que explicaba el otro día pero, por suerte, el ferry zarpaba ese día de Ponta Delgada a las 8:30 y llegaba a Praia Victoria a las 12:30. Con este horario se pierde solo una mañana, y para Terceira no es tanto drama. La isla es pequeña y manejable.
Como comentaba, el puerto de llegada es Praia Victoria, por lo que aprovechar la llegada para visitarlo era lo más inteligente que podía hacer. Este núcleo urbano, el segundo más grande de la isla, se encuentra a unos 3 kilómetros del puerto. El taxi te costará unos 9€ y el bus rondará el euro, pero necesitarás caminar unos 500 metros y esperar a su frecuencia (muy poco elevada). También puedes caminar 30 o 40 minutos, y de hecho verás a mucha gente hacerlo. Lo bueno de coger el taxi es que el conductor nos recomendó dejar las mochilas en el bar del parque de bomberos (super barato tomarse algo ahí, por cierto). Así lo hicimos (y hablo en plural porque a estas alturas de la película ya me había hecho mejor amigo de una extremeña que llevaba la misma ruta que yo).
Praia Victoria es un pueblo con bastante encanto y preparado para lanzarse a la vida bohemia. Su playa es de las de arena fina, bastante grande, aunque algo vacía para ser pleno julio (¿se os ocurre algo más ideal?). El día lo pasamos en su playa, pero no nos fuimos sin dejar de comer en uno de sus restaurantes. Era tarde, por lo que no quedaba mucho para escoger. Aun así, estuvo riquísimo, como siempre en Portugal. En Portugal, amantes de lo fresco, si llegas tarde te conformas con “lo que queda”.
Angra, la capital más bella
Angra do Heroismo, la capital de la isla, es el resultado de un gran resurgir. Su esplendor fue recuperado después de la reconstrucción de la ciudad, devastada en 1980 por un gran terremoto. De hecho, cuando te asomas a alguno de los miradores cercanos, puedes diferenciar sus tejados y el legado de reconstruido frente a superviviente.
Angra también fue mi base para dormir y moverme por la isla. A pesar de las rutas de bus circulares de la isla, que ayudan mucho si te mueves en transporte público estés donde estés, Angra es el gran nodo conector, desde donde salen algunas líneas express más transversales.
Al pasear por sus calles descubres una serie de tiendas, cada cual más pintoresca, que podrían ser la envidia de la capital más hipster. Verás a la gente pasear entre tres plazas con sus respectivas iglesias o monumentos. Éstas son, Igreja de Nossa Senhora do Carmo, en la parte más interior de la ciudad, Iglesia de la Misericordia, capitaneando el muelle y Praça Velha, donde todos los autobuses conectan entre si a toda la isla. También en Praça Velha y su entorno encontrarás las mejores terrazas para disfrutar de tu visita a Terceira.
Dormir en Terceira con estilo y a buen precio.
En cuanto al alojamiento en Angra, me decanté por My Angra, boutique hostel. De él ya os adelanté unas pinceladas en mi recopilación de hostales favoritos de Portugal. Este, en cambio, podría incluso engrosar la lista de mejores hostales del mundo (al menos desde mi punto de vista).
A parte de la juventud del hostal (con apenas unos meses cuando me quedé en él) destaca la comodidad de todo su mobiliario, no tan básico como en muchos otros hostales. Un toque de diseño que ayuda a sentirse más cómodo y a confirmar que el mochileo tiene un amplio espectro de calidad.
Si sois de los que buscáis comodidad por la mañana, el desayuno os lo dejan listo para servir. Un buffet variado que incluye fruta y algo especial y diferente cada dia. El primero añadieron huevos con bacon y el segundo día me hicieron un pack lunch para llevarme el avión mañanero que habia reservado (y estos pequeños detalles, son los que te enamoran).
Las camas de los dormitorios compartidos, como veis, tienen cortinilla propia, enchufe y lámpara de lectura. Todo en cada cubículo, aportando privacidad,comodidad y seguridad al viajero. Además, todo funciona con tarjetas magnéticas, incluso el casillero, por lo que te puedes olvidar del candado.
Viajar a Terceira durante la COVID19
Portugal ha introducido una serie de mecanismos para los visitantes del país. Las Azores, por su particularidad de región ultraperiférica y por ser un archipiélago, cuenta con medidas adicionales. Entre ellas se incluye la necesidad de haber realizado un test de PCR en las 72 horas previas de llegar a las islas, o bien someterse a uno de los disponibles en las islas. Lee esta valiosa información en un post que he escrito con links a la fuente oficial del gobierno de las Azores.
Terceira dispone de laboratorios especializados y la cuarentena a espera de los resultados suele durar 12 horas. Si Terceira es solo una escala para continuar hacia otra isla, deberás optar por una escala de al menos 16 horas para recibir el resultado del test.
Recuerda que, en estos tiempos de pandemia que estamos viviendo, la única fuente fiable y completa es el gobierno de cada país que desees visitar. Los blogs podemos canalizar información general, pero la misma cambia con rapidez.
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