Redescubriendo Lisboa, Tercera Parte.

[space_20]Cómo no podía ser para menos, Lisboa también tiene un mercado y una heladería tan ocurrentes y deliciosas como el Mercado de San Fernando o Mistura, y que al igual que estos han sido un gran descubrimiento. Capítulo tercero y final del redescubrimiento de Lisboa (pero solo hasta septiembre, cuándo los empezará de nuevo el bombardeo lisboeta)

Mercado da Ribeira.

La primera vez visité el Mercado da Ribeira fue por allá en el 2008 siguiendo la fama de sus puestos de flores, pero al llegar lo que me encontré fue una gran fiesta de viejitos bailando al ritmo de Julio Iglesias, prácticamente poseídos y buscando a cuanto incauto encontraran para arrastrarlos a la pista de baile. Fue una escena memorable, en un entorno muy clásico lisboeta, nada más y nada menos que en la ribera del tajo junto a Cais do Sodré y en uno de sus mercados más emblemáticos. Un precioso edificio de finales del siglo XIX que ha sobrevivido a todo tipo de embates y que ahora se transformado en un faro de cultural y gastronomía en Lisboa.[space_20]

[space_20]La historia es que la revista Time Out convirtió este mercado en su sede, así que la mitad del edificio sigue siendo un mercado minorista de señoras curtidas por el tiempo y un arduo trabajo, toneladas de frutas y todo tipo de puestos carnes, pescados y caracoles; pero la otra mitad es una plazoleta de comidas, con los representantes en versión mini de la mejor gastronomía lisboeta, que se surten de sus vecinos al otro lado de un pasillo lleno de flores. Así con una muy buena intervención, este edificio no ha perdido su carácter de mercado, pero ha ganado un espacio que ahora ofrece comida, música y exposiciones junto a los puestos de frutas de toda la vida.

La variedad de comida es impresionante, desde lo más tradicional que la cocina portuguesa puede ofrecerte, a japos, hamburguesas, heladerías y comida tailandesa. Con la gran ventaja de que sabes que el producto que comas siempre estará fresco.[space_20]

[space_20]Está en su momento de gloria, así que es mejor llegar temprano, por que indudablemente estará lleno hasta las trancas, pero no dudes que valdrá la pena pelearse la mesa con algún turista incauto. Recomendamos las hamburguesas de Honorato, muy sabrosas y con unas patatas fritas a la perfección, y con tomates que saben a tomates, porque al igual que los tomates italianos, los portugueses son tan deliciosos que no parecen de este mundo. Y aunque para el postre tienes mucha variedad, te recomendamos salir del mercado a una heladería que nos ha dejado de piedra….[space_20]

Gelato Davvero.

Esta pequeña heladería romana, que no italiana, se encuentra en una callada plaza en el barrio de Santos, junto al nuevo corazón de la fiesta lisboeta la Rua Rosa (que realmente es una calle rosa) llamada en realidad Rua Nova do Carvalho. Alrededor de esta pequeña calle que pasa debajo de la Rua do Alecrim, han aparecido una gran variedad de bares y restaurantes bastantes originales y llenos de vida atraídos por el empuje del Mercado de La Ribera y su cercanía a Cais Do Sobre y el Chiado.

Pero el lugar que, por obvias razones de origen lácteo, nos robó el corazón fue esta heladería en una esquina de la Praça São Paulo. Entramos porque nos llamó la atención un gran mueble que ocupa gran parte del espacio y que se convierte en un laberinto donde sentarse a disfrutar un buen café o un helado. De hecho no habíamos caído en cuenta que era una heladería hasta que en la barra vimos los cucuruchos y el listado de sabores, porque como buena heladería romana, los helados están ocultos de la luz para preservar mejor la textura y el sabor.[space_20]

[space_20]Me llamó mucho la atención la cantidad de variedad de cucuruchos, que dificultan aún más la tarea de elegir la combinación perfecta, aunque la elección obvia para mi sea el que está bañado en chocolate con helado de amarena (cereza negra). Y el café, ay el café, el olor es tan poderoso que basta para darte un subidón de cafeína, mi acompañante de aventuras adicto a la cafeína me lo certificó mientras le daba sorbos a un espumoso cappuccino. Así que sea cual sea tu vicio, y me refiero al café o al helado, esta gelateria es tu destino.

¡Hasta septiembre! Que vuelvo a Lisboa para descubrir más cosas, y probablemente todas tengan que ver con comida.[space_20]

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