Primeros pasos en Lisboa

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Como ya sabéis, nos gusta hacer una revisión básica de las ciudades cuando llegamos. Como movernos, que zonas evitar o que pequeñas peculiaridades tiene una ciudad para poder arrancar de manera más “local”. Parece que os ha gustado, así que me lanzo con los primeros pasos en Lisboa, la ciudad que daba inicio a mi viaje por Portugal de Sur a Norte.

Portugal no es un país complicado ni peligroso, por lo que en ese sentido podemos estar relativamente tranquilos. Simplemente debemos de estar un poco atentos, como en cualquier capital europea, para evitar carteristas (sobre todo en el tranvía 28 o 15). Además de esto, recuerda no regresar muy tarde si haces una escapada a Sintra, pues los barrios que cruza el tren no son los más agradables y, de noche, todos los gatos son pardos. El resto de primeros pasos en Lisboa son consejos prácticos, así que “sit down, relax”.

Si habéis leído el blog en alguna ocasión, seguramente ya sabréis que soy gallego, y esto en Portugal significa ser el “eslabón” perdido entre Portugal y España. En cuanto al idioma, un gallego no va a tener problema, como seguramente no lo tenga un castellano parlante, pues tras los primeros pasos en Lisboa, uno ya se da cuenta que muchos portugueses hablan español. No solo eso, se esforzarán por hacerse entender.[space_20]

[space_20]Portugal es un país que acoge, y buena muestra de ello es la cerveza de bienvenida en el Urban Garden Hostel. Pero ¡ojo!, no todo lo que te pongan sobre la mesa es de gratis. En casi cualquier lugar en el que te sientes a comer, te ofrecerán pequeños pinchos o tapas mientras no llegan los platos que hayas pedido. Si lo comes, lo pagas. Pero tranquilos, no son caros y es una buena forma de abrir estómago. Si no lo quieres, te lo retirarán y cambiarán por algo que tal vez te apetezca más (o no). En algún momento llega la comida, por lo que la tortura de tentadores pinchos llega a un fin.[space_20]

[space_20]Otro de los consejos gastronómicos en Lisboa es prescindir de todo tipo de cadena de restauración. Incluso si lo que necesitas es engañar al estómago, prueba a comprarte una Bifana por unos 2€. Las Bifanas son unos bocadillos sencillos de lomo de cerdo con salsa. Bueno, bonito, barato.[space_20]

[space_20]Volviendo a lo práctico de Lisboa, tal vez lo importante es saber que cuando compres tu primera tarjeta de transporte, te cobrarán 50 céntimos extra. Se trata del coste de la Viva Viagem, una tarjeta recargable (una por viajero) con billetes sencillos (1,40€) o pases de un día (6€). Guárdala y úsala cada día. Al final del viaje se la puedes regalar en el aeropuerto a un recién llegado o bien guardarla a modo souvenir (caduca un año después de su compra). La buena noticia es que las puedes usar en cualquier tranvía, ferry, metro o bus (también denominados Carris). Con la red de metro ampliada (son 4 líneas) y unas dimensiones no muy grandes, moverse en Lisboa es muy fácil. Tal vez Oriente, la zona Expo, el Aeropuerto y Belém sean de los pocos que te obliguen a usar el transporte público. Por el resto yo recomiendo callejear, perderse, y disfrutar de la luz de Lisboa.

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