Alejarse de los turistas que acuden a la Rambla para disfrutar de un momento de tranquilidad en un sitio con encanto por el centro de Barcelona, es mucho más fácil de lo que se podría pensar. Os presentamos el Patio de la Massana.
Si quieres dejar atrás el caos de la calle más popular de Barcelona y parar en un pequeño jardín escondido por el centro, sólo hay que tomar Carrer Hospital hasta llegar al número 56. Encontrarás un edificio medieval que hace esquina: entra y descubrirás un auténtico patio gótico, frecuentado por estudiantes de arte, señores que toman el sol y varios personajes locales. Has llegado al antiguo Hospital de la Santa Creu: una vez hospital militar y ahora sede del Instituto de Estudios Catalanes, de la Biblioteca de Cataluña y otras dos bibliotecas públicas, y de la Massana, la escuela de arte municipal.
Los edificios que dan al patio se construyeron en la Edad Media con la intención de reunir en un mismo espacio las diferentes estructuras sanitarias de la ciudad. Después de haber sido adquirido por el Ajuntament en el siglo pasado, por varios años creció en línea con el estilo del antiguo Barri Xino (ahora Raval), convirtiéndose en un espacio descuidado y de mala fama. Sólo en las últimas décadas, el patio ha cambiado, y ahora es el espacio de los artistas de la escuela, los vecinos del barrio que vienen a descansar a la sombra de los naranjos y de los personajes locales que viven por el Raval.
El patio de la Massana es un hermoso rincón en el corazón de Barcelona. Es ideal para disfrutar del sol en las escaleras de la biblioteca, leer tranquilamente un libro bajo los arcos del claustro, o tomar un café o unas tapas en la terraza que comparte estos espacios. En los días soleados no hay nada mejor que relajarse en este rincón escondido del Raval con un zumo fresco comprado en el Mercado de la Boquería, que está muy cerca, y olvidarse del tráfico y de los turistas que por aquí casi no pasan.
Si además te gusta la cultura, no te olvides de visitar la Capella, una sala de exposiciones artísticas justo al lado de la Massana, que surge en la antigua iglesia del Hospital. Una atmósfera encantadora, suspendida entre la antigua escenografía y las modernas obras de arte, te acompañarán en toda tu visita.
Imágenes cortesía de Marina Esmeraldo. ¡Gracias!
Muy buena descripción del lugar; yo viví también la época que estaba descuidado y, poco a poco, vi su transformación. Ahora es un lugar encantador para sentarse a tomar unas tapas en los baretos cercanos o, simplemente, tomar el sol.