Este verano me pasé 4 semanas viajando por el Cono Sur. Argentina fue el principal protagonista del viaje, y también su capital. En Buenos Aires estuve 5 días de 28, dejándome perder por sus plazas, parques y avenidas. También tuve la oportunidad de probar dos de los alojamientos más económicos de la capital argentina. Eso sí, con dos conceptos bastante diferenciados. También supuso la primera pelea con la dolarización del sector turístico, que hace que tu viaje se convierta en un tío vivo presupuestario (para bien y para mal). Os dejo aquí dos buenas opciones donde dormir en Buenos Aires barato.
El primer hostal, Che Juan Hostel, es mi favorito si lo que buscas es conocer viajeros con el mayor confort. El segundo, Monita Hostel, es una opción mas realista para aquellos que buscan instalarse en la ciudad y necesitan pagar alojamiento muy económico en Buenos Aires. Aquí te dejo más detalles (y un poco más abajo, cuatro líneas sobre los barrios en los que dormir en Buenos Aires).
Che Juan Hostel Buenos Aires
¡Fantástico! Creo que lo dejo en la misma liga que el My Angra, el hostal boutique en el que me quedé en las Azores. Para comenzar, han abierto este mismo 2019 y todo huele, literalmente, a nuevo. En las habitaciones compartidas tienes todo tipo de lujos para el viajero mochilero. Se tratan de las típicas camas con cortinas que permiten que ganes privacidad. Dentro de esa “cápsula” encuentras tu propio enchufe y conector USB, también una luz de lectura (orientable) y un casillero individual pequeño. Fuera de la cama, hay un segundo casillero donde dejar tu mochila (las grandes también caben).
Las zonas comunes del Che Juan Hostel serán las que te convenzan de que has dado con el lugar ideal. La cocina es bastante grande y tiene un par de mesas donde compartir ratos. Además de la cocina, hay un salón con televisión, y al lado, saliendo al balcón, ¡la zona de asados! Y si necesitas algo de concentración, hay una pequeña sala de estudio o trabajo. Vamos, para quedarse a vivir.
El hostal era tan nuevo que aun no tenían un sistema de apertura con llave propia abajo, por lo que hay que llamar siempre al timbre. Está en pleno centro, por lo que tampoco debería ser un problema. De todas formas, la recepción es 24 horas y siempre he visto a más de una persona del personal merodeando, por lo que siempre están atentos para solucionar tus problemas.
¿El precio? Apenas 8,5€ la noche en una habitación de 6 camas. He echado un vistazo y, pese a la depreciación de la moneda, sigue teniendo precios muy similares. También dispone de habitaciones individuales que puedes reservar aquí.
Monita Hostel
La ubicación está bien, en pleno barrio de San Telmo. De todas formas, como en casi todo Buenos Aires, toca ir vigilante (nada grave, simplemente hay que ir atento). Es un hostal moderno y se nota en el ambiente y los servicios que ofrece. Sin embargo, dependiendo de la planta en la que te quedes, puede que el baño te de una alegría o un disgusto.
Algo que me llamó la atención en Buenos Aires, y que luego varias personas me corroboraron, es que hay mucho recién llegado viviendo en hoteles y hostales. Aparentemente la crisis ha empujado los precios del alojamiento a la baja y no en pocas ocasiones, es más económico dormir en un establecimiento que no en un piso de alquiler. Eso sí, para eso se desprenden de su privacidad y comparten habitación con muchos más. Esta situación para el viajero puede ser una crisis, pues el hostal está “apoderado” por los huéspedes de larga estancia (especialmente la cocina). También se puede convertir en una oportunidad, al conocer gente que ya se ha recorrido media ciudad y tendrá mucho por contarte.
¿El precio? Menos que un menú del día. Yo pagué unos 4-5€ por cada una de las noches, en una habitación de 12 personas. Era una acción, muy necesaria, de contención del gasto nada más arrancar el viaje. Salí airoso y con algunos buenos consejos. Puedes reservar habitaciones más pequeñas o incluso habitaciones privadas. El precio, muy ajustado, aunque sube en diciembre y enero.
Mejores barrios de Buenos Aires para dormir
Este capítulo es controvertido y siempre despierta alguna que otra sensibilidad. Buenos Aires a mí me pareció una ciudad segura en general, pero hay que ir siempre atento. No es un secreto que la situación sociopolítica del país es una montaña rusa, pero no por ello deberías dejar de ir. Yo me he encontrado gente fantástica en el camino, incluso en Buenos Aires (donde todos dan por hecho que la arrogancia porteña está garantizada).
Dicho esto, busca una ubicación animada y con vida y evita la periferia (y esto te sirve para casi cualquier lugar del mundo). Para mí, todo lo que está entre la Avenida del 9 de Julio y del Paseo del Bajo es una buena opción. Esto va del Microcentro en el norte de la ciudad hasta San Telmo más al sur. Algunos locales que conocí en Uruguay me advertían que Montserrat era tal vez lo menos recomendable. Aún así, acabé durmiendo en la frontera de ese barrio (en el Monita Hostel) y hoy os lo cuento sin más.
Esta zona del centro de Buenos Aires te garantiza estar bien conectado en metro y poder llegar rápido a las principales atracciones. Para el fin de semana, Palermo puede ser la mejor zona. En ella combinas el ambiente más hipster de Buenos Aires con infinitos cafés, bares, restaurantes y tiendas de moda. Es también la zona favorita para los que quieren irse por el ambiente gay de la ciudad. Vamos, un barrio que combina lo más mainstream con lo más alternativo. No decepciona.
¡CONSEJO VIAJERO! Si puedes llama por teléfono y reserva fijando un precio en pesos argentinos. En internet es fácil que reserves en dólares y, por la situación del país, no saber qué acabarás pagando cuando llegues. A mí una de las noches acabó costándome un 15% más que cuando la reservé por la mañana. Por suerte, ¡era solamente una cama en un hostal!