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Barcelona ve estas semanas, aun sin comenzar la temporada más alta, como sus calles se llenan de turistas y visitantes. Muchos de ellos repiten, muchos ya se conocen las atracciones principales y muchos otros quieren ver una Barcelona diferente. Para todos ellos, desde hace unas semanas existe una nueva atracción en la ciudad condal: la Casa de la Seda.
La Casa de la Seda de Barcelona está en pleno centro y hace 300 años que se abrió como sede del Gremio de la Seda (grosso modo, porque luego uno descubre todas las particularidades y divisiones de los artes de la seda). Hoy es la única casa gremial visitable, y lo hace con sus comprensibles restricciones: sólo por las mañanas y en visita guiada. Para muchos algo limitante, pero lo cierto es que permite visitar la casa de manera tranquila, sin aglomeraciones y, lo más importante, con todo tipo de detalles.
La visita guiada a la Casa de la Seda, lejos de concentrarse en elementos estructurales o ornamentales como ocurre en muchas de las atracciones que llenan de esencia a Barcelona, hace un repaso de la historia de la seda y de su gremio desde la fundación en 1533. Estarás, por tanto, ante una clase magistral que te ubica en el contexto del gremio y de la ciudad durante casi 5 siglos. La visita a la Casa de la Seda, de hecho, comienza desmintiendo: el Gremio de los Veleros de 1533 poco tiene que ver con las velas de los barcos como muchos piensan, sino que lo hace con los velos tan habituales de las mujeres en la época.
La historia de la seda navega entre lo fascinante y lo trágico, pues siempre gira en torno a grandes secretos de familia y maestros. De hecho, en Barcelona era la comunidad judía la que tenía gran parte de control sobre su producción. Hasta el momento de expulsión o conversión de los mismos, no comenzó a extenderse la producción de la misma. Y aún así, pasar de aprendiz a oficial, y de oficial a maestro era una difícil tarea que, seguramente, te dejase mucho dinero y esfuerzo por el camino.
Pero todo tiene su auge y su decadencia. La revolución industrial trajo a Barcelona una innovación y avance técnico nunca antes visto, lo que llevó a la abolición de los gremios en 1834. La existencia y funcionamiento de la Casa de la Seda se entiende hoy en día por la fusión entonces con los antiguos gremios del terciopelo y de las cintas en telares, dando lugar al Colegio del Arte Mayor de la Seda (el CAMS). Más tarde, la historia obligará a cerrar las arcadas del edificio para alquiler de locales comerciales, y hoy en día al alquiler de diferentes plantas a empresas que garantizan la supervivencia económica de la sede. La mayor de las amenazas de la Casa de la Seda fue, con bastante probabilidad, la planeada reforma de la Via Laietana que pretendía dar más visibilidad al Palau de la Musica, demoliendo la sede gremial. Por suerte, la declaración en 1929 como edificio de interés nacional monumental, la salvó.
Información práctica sobre la Casa de la Seda
Obviamente me dejo mil detalles (tampoco quiero destripar toda la visita) y anécdotas. Si tienes un interés por la decoración barroca en la casa (escapando del modernismo que lo acapara todo en las guías de viajes) o si tienes un interés particular por la historia de Barcelona y el mundo textil, no te la deberías de perder. La visita a la Casa de la Seda dura casi una hora y cuesta 8-10€. Importante es que te fijes en los horarios, pues las visitas se van haciendo en diferentes idiomas a lo largo de la mañana. Llegar hasta allí es muy fácil gracias a la parada de metro Urquinaona de la Linea 1 y 4, que tienen una salida justo al lado, aunque desde el centro te recomiendo ir a pie.
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Espero poder visitarla en alguna escapada a Barcelona!
No la conocía así que gracias por el descubrimiento 🙂
No hay de qué Maruxaina!
Cada vez hay más novedades por Barcelona. Me gusta pensar que cada vez los visitantes pueden tener una visita más a su medida y según sus intereses.
Qué preciosidad!
Reconozco que no lo conocía para nada y es un rincón fascinante! Me encanta aprender historia de una forma tan didáctica 🙂
Sigue mostrándonos rincones desconocidos de Barcelona, que yo sigo tomando nota!
Un abrazo!
Pues dentro de poco os descubriré un lugar donde ir a tomar clases al dibujo natural (aunque bueno, son autodidactas, por lo que es más ir a practicar que no a recibir clases) y desayunar por muy poco dinero, en pleno centro. 🙂
¡Gracias por el comentario!
Desconocía por completo la existencia de ese sitio, me lo anotó. Por cierto, vaya cambio de imagen le has dado al blog, Me gusta!
Hola Miki!
Gracias por el comentario. Poco a poco vamos introduciendo pequeñas mejoras. 🙂 Ojalá tuviésemos más tiempo… ¡Pero preferimos viajar!
Curioso! Solo lleva abierta unas semanas?? Si no lo dices, me parecería el típico museo con historia de alguna ciudad.
Excelente post David, habrá que ir a verlo antes de que lo invadan los turistas 😉
Qué interesante visita!! Sin duda apuntado para cuando haga una escapada a Barcelona 🙂