Ya sabéis que los festivales de iluminación son una de mis debilidades. He llegado a planear viajes específicamente para disfrutarlos, o he incluido las ciudades en una ruta coincidiendo con el evento. Amsterdam Light Festival es una de esas grandes citas de los festivales de intervenciones lumínicas que no deberías de perderte. Lo es también porque las instalaciones artísticas de este festival de iluminación se pueden ver de dos maneras: a pie o en bici desde las calles, o desde una embarcación recorriendo los canales de la capital neerlandesa.
Amsterdam es esa ciudad que de manera periódica se va cruzando en mi camino. No soy especial fan de ella, pero después de visitarla unas 7 u 8 veces, he acabado entendiéndola un poco mejor. Pero lo sé, es uno de los destinos favoritos de muchos. Después de tanto insistir, y gracias a descubrirla con gente local, es una de las ciudades a la que no me importa volver. Es por eso que empecé y terminé el año visitando Ámsterdam, aprovechando que el festival ocurre durante las vacaciones de invierno. Y de paso, descubría museos no tan renombrados de Ámsterdam que son un perfecto plan B.
Persiguiendo la luz por los canales de Ámsterdam
La principal diferencia del Amsterdam Light Festival, frente a festivales como LLUM en Barcelona, Signal en Praga o Fête des Lumières en Lyon, es que prácticamente se piensa para disfrutar desde los canales: a pie, en bici o en barco. No se hace de manera exclusiva para ir a pie o en barco, ya que cada ruta guarda alguna instalación en exclusiva. Vamos, que si lo quieres ver todo, necesitas o bien dedicarle dos días, o comenzar bien temprano con el paseo en barco.
Si vas a hacer el paseo en barco, te recomiendo que lo hagas en algunos de los primeros en salir, pues suelen tener menos cola. Verás que hay una lista enorme de empresas ofreciendo los paseos, con diferentes modalidades (solo paseo, cena romántica, aperitivo incluido…). Dependiendo del servicio que quieras a bordo, pagarás menos o más (desde 19€ a 200€). También, algunas empresas ofrecen descuentos a primera hora. Los más masivos y baratos son los de Lovers y Stromma. Si tienes una I am Amsterdam Card, que incluye un paseo en barco, pagarás solo la diferencia (unos 10€). Los barcos suelen ir con audioguías que combinan la historia de la ciudad con las piezas únicas.
En la edición #7 (2018/2019) aproveché mi tarjeta I Am Amsterdam para subirme a bordo de Lovers. El servicio es muy normalito y se pasa rápido con un audioguía aceptable. Eso sí, la bebida y comida la venden en la cantina antes de embarcar, no a bordo. ¡También puedes llevar tu propio aperitivo! En la edición #8 (2019/2020) mi viejo amigo couchsurfer holandés nos juntó a varios amigos y nos fuimos en su lancha por los canales de la ciudad. Suena pretencioso, pero tener un barco en Ámsterdam es como tener moto en Barcelona (e incluso pagas menos impuestos).
Si vas a salir con tu propio bote (o con el de un amigo, como fue mi caso), es muy importante que leas la información sobre la ruta del festival y que conozcas el reglamento en Ámsterdam para navegar por los canales. A modo resumen:
- Lleva al menos una luz para ser visible.
- Sigue la ruta, que es circular y de sentido único.
- Infórmate sobre los puntos de saturación.
- Infórmate de los giros complicados si tu barco es muy largo o ancho.
- Hay pasos prohibidos en la ruta para todos.
- Controla mucho tu velocidad. Hay que ir muy muy despacio (6 km/h).
Un festival de iluminación que escapa del centro de Ámsterdam
Ámsterdam está harta de las masificaciones y está haciendo todo lo que esté en su mano para reducir el número de visitas al centro histórico (incluso dejar de promocionarse como destino turístico). El festival es otro de los granos de arena que ayuda a dispersar los turistas que se apuntan a su recorrido. Si bien los 6 kilómetros de la ruta no suelen estar masificados (el festival dura casi 2 meses y se puede ver desde botes o a pie), han decidido desplazarlo hacia el Este de la ciudad.
Pequeños gestos como este tienen un efecto masivo en la descongestión del centro, ya que mucha gente encuentra lugares para cenar en la ruta, o descubre nuevos parques más apetecibles que los del centro de la ciudad. La edición #8 fue la primera en aplicar esta idea y todo hace pensar que lo seguirán haciendo. yo me alegraré de seguir explorando zonas impensables para los visitantes (y que merecen mucho la pena).
También permite al festival contar nuevas “Historias de Ámsterdam” para conocerla mejor. Estas historias se cuentan a través de instalaciones específicas en puntos clave, bien señalando hitos históricos o personalidades de la ciudad. Este año el festival contaba con 5 de ellas marcadas en el mapa con el símbolo de la ciudad (XXX).
Nuevos formatos y exposición permanente
También en la edición #8 han comenzado una nueva experiencia que se adentraba en el zoológico de la ciudad, combinando naturaleza e iluminación. La entrada tiene un coste extra, aunque yo me lo salté más bien por no entender por qué querríamos molestar a los animales con nuestra presencia por la noche (sin conocer cuál es la labor completa del zoológico de Ámsterdam).
Te recomiendo que dediques 2 días a ver el festival. Tal vez es buena idea comenzar con un paseo en barco, y así marcar tus favoritas. Tal vez no quieras caminar tanto para ver desde la tierra alguna de las obras más lejanas. Al menos te lo recomiendo si quieres hacer fotos, ya que el barco siempre está en movimiento y sacar fotos nocturnas es complicado.
Amsterdam Light Festival es más que dos meses de instalaciones lumínicas en los canales de Ámsterdam. Realizan también talleres con escolares y más actividades a lo largo de los 15 meses de preparación de cada edición. También promueven intensamente el arte lumínico con una exposición permanente en Amsterdam, y llevándose las 250 instalaciones, que han pasado por las 8 ediciones, de tour por el mundo. ¡Todo un trabajo de curación!
Información práctica para tu visita al Amsterdam Light Festival
Las fechas de la siguiente edición del Amsterdam Light Festival van del 26 de noviembre de 2020 al 17 de enero de 2021. Teniendo en cuenta las dos anteriores ediciones, que pude disfrutar, el festival es gratis en sí. Como explicaba, solo se paga el paseo en barco. Tienes una aplicación a disposición para poder seguir el festival y leer las descripciones de las piezas. Si optas por tenerlo en mano en papel, suele costar 2,5€ y lo puedes adquirir en las tiendas de I am Amsterdam o en los puestos de información sobre el festival.
Las obras las encienden a las 17:00 y las apagan a las 23:00. Es por eso que es un perfecto complemento a tu visita a Amsterdam, ya que la mayoría de museos cierran entre las 16:00 y 18:00.
A la hora de planificar tu estancia en Ámsterdam, recuerda que el alojamiento es especialmente caro y que merece la pena pensar en alternativas como HomeExchange, CouchSurfing. Mi experiencias en hostales de Ámsterdam nunca han ido demasiado bien (demasiada fiesta en el propio hostal, porque a Países Bajos muchos van… a lo que van) y los hoteles solían salirse de mi presupuesto. Por suerte, un viejo amigo de couchsurfing vive en Ámsterdam y siempre sale a mi rescate. De todas formas, en booking podrás ver qué te sale más a cuenta. Mi consejo es que no te quedes en pleno centro, el ruido por la noche puede ser brutal.
Volar a Ámsterdam suele tener un coste medio (incluso con Ryanair). Las tasas de su aeropuerto son muy altas, por lo que si encuentras billetes a 60-70€, tendrás un buen precio en pantalla. Lo normal desde España es pagar unos 90-120€ por ida y vuelta. KLM, Iberia, Vueling*, Transavia, Ryanair, AirEuropa o easyJet son algunas de las que vuelan de manera directa. Para ahorrarte buscar una por una, usa un metabuscador como SkyScanner* que se encarga de compararlo todo.
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